Vinos Finos de Rioja Alta: Clase, elegancia y disfrute sin límites.
Cuando tenemos en nuestras manos una botella de La Piconada Crianza, prontamente intuimos que estamos frente a un vino serio, muy serio. De esos vinos que estarían en todas las listas de las mejores novedades del año a pesar de llevar ligados al mundo del vino desde 1880.
Cuando conocemos que sus viñedos están en Anguciana a tan solo 4 Km. de la cuna del vino por excelencia, Haro, y que tan sólo se elaboran 10.000 botellas, entonces todo como una armónica orquesta empieza a tener sentido.
La propuesta de la bodega es exigente; que cada botella contenga la esencia de la tierra, de su naturaleza, de su tradición y elaboración artesanal, la antigüedad traída a estos tiempos. Y ser exigente es de valientes y Díez del Corral muestra valentía, sabiduría, y trabajo para conseguir con creces el objetivo marcado.
La Piconada nos enseña la mejor versión de la Rioja más actual, aquella que la fruta está por encima de las notas de crianza, donde la frescura típica de los vinos riojanos; lo multiplica.
Un tinto perfumado, donde las sensaciones de flores blancas y azules se cogen de la mano con los frutillos rojos silvestres –vivos, agitados, juguetones-, no puede faltar en este baile de aromas la especias como la pimienta blanca, el regaliz rojo, matorral de campo y con la agitación en copa empiezan aflorar las notas ahumadas de una exquisita crianza.
En boca como buen vino riojanano, no solo se deja beber, si no que se disfruta cada sorbo como si fuera el último, y una vez terminada la botella, su precio y las ganas de seguir disfrutando nos harán levantar la mano al sumiller y decir ¡repetimos por favor!.
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